Laura & Adrián
Laura y Adrián son el perfecto ejemplo de lo que la complicidad existente entre una pareja puede conseguir. Dos seres estupendos, estupendas personas, de naturaleza tímida, consiguieron conquistar a la cámara, mi cámara, y dejar para la posteridad unas Fotografías de Boda increíbles, llenas de vitalidad, de belleza y de verdad. Un auténtico placer haber sido el Fotógrafo de Bodas en Coruña de Laura y Adrián. Y os voy a contar los motivos, que son muchos y muy buenos.
Arena y agua de mar, sonrisas temerosas y mucha ilusión, esos eran los ingredientes con los que contábamos para realizar las Fotografías de Preboda de esta pareja de Novios tan especial. Es maravilloso, como Fotógrafo de Bodas cuando la pareja con la que estás trabajando confía plenamente en ti y se entrega sin reservas. Ese miedo inicial a estar delante de una cámara, a no saber qué hacer, desaparece poco a poco y cada Fotografía es más espontánea que la anterior, más especial y única.
Ellos no se estaban dando cuenta de lo bien que lo estaban haciendo, liberaron las ganas de quererse y las dejaron posar, porque esta pareja se quiere y mucho. Y eso se nota en cada plano, en cada gesto. La forma en la que Adrián mira a Laura, más que mirada es adoración, y ella responde con una dulzura innata, que le nace natural y le brota en forma de sonrisa, una de esas sonrisas que conquistan corazones.
Una pareja completamente compenetrada. Olvidado ya el miedo, las Fotografías especiales se sucedían. Fotografías llenas de movimiento, de dinamismo, Fotografías divertidas al tiempo que llenas de ternura, reflejo fiel de ese intenso sentimiento entre la pareja. Y conseguimos, juntos, los Novios y yo, su Fotógrafo de Bodas, crear un Reportaje de Preboda precioso, cargado de momentos fantásticos que sin duda quedarán para siempre en su recuerdo.
Laura, esta hermosa mujer, sin duda sería una hermosa Novia y así fue. Ella se prepararía en el día de su Boda en la casa familiar, una casa de aldea típica gallega repleta de elementos originales que no dudé en incluir en esas Fotografías de Preparativos de la Novia, que son tan íntimas y diferentes. Un estupendo alpendre nos sirvió de escenario improvisado, en dónde las viejas maderas y antiguas piedras contrastaban con el blanco del camisón de la Novia. Fotografías verdaderamente únicas, como ella merecía, nacieron de esos momentos.
Por supuesto los detalles siempre son importantes en un Reportaje de Boda y lo son porque cuentan la historia de la pareja de Novios, aunque su significado solo lo comprendan ellos, es importante contar esa historia completa. Un tatuaje especial, un mapa del mundo, unas sandalias planas. Una Novia diferente y mucho, siempre es un placer para un Fotógrafo de Bodas poder contar historias distintas y originales y en este caso lo conseguimos totalmente. Viendo sus Fotografías de Boda cualquiera se imagina el ambiente cálido y amable que se respiraba entre familia y amigos, el cariño reinante.
Detalles tan importantes como el Padrino de la Novia, incluso eso fue diferente en esta Boda tan especial, porque el padrino de nuestra Novia Laura fue su abuelo. Cuando el cariño es así de grande hacia un ser querido, ese familiar merece ocupar un lugar importante el día de la Boda. Y esta pareja, a pesar de esa timidez, no saben disimular sus sentimientos. Y eso es lo más bonito para conseguir Fotografías espontáneas llenas de emociones y de momentos únicos que querrán atesorar para siempre.
La Iglesia esperaba, el Novio esperaba ansioso la llegada de su hermosa Novia del brazo del abuelo. Laura apareció radiante entre la sonrisa y la emoción contenida de todos los allí presentes. Adrián no podía apartar la vista de Laura y yo no podía apartar mi objetivo de los dos, que me regalaban instantes mágicos, Fotografías emotivas, maravillosas.
Y también divertidas, nacidas de situaciones con las que nadie cuenta, como que el Novio se equivoque, y lejos de crear un momento difícil se convierte en algo divertido, una anécdota con la que todos ríen, porque saben que los nervios juegan ese tipo de malos ratos y que no pasa nada, que lo importante es que están todos allí celebrando el gran amor que estos Novios se profesan.
Si las Fotografías de Preboda resultaron fantásticas, las Fotografías de Pareja son una joya. Nos dirigimos hacia As Fragas do Eume, un paraíso fluvial lleno de vegetación repleta de vida. El cielo estaba nublado, creando más contraste todavía entre el verdor intenso del paraje y la blancura del vestido de la Novia. Total complicidad entre ellos, entre ellos y la cámara. Ya no había miedos, porque la confianza había sido ganada durante la Preboda y la Boda, ahora tocaba el turno de la coquetería y la belleza. Como Fotógrafo Profesional no puedo evitar visualizar en mi cabeza una posible Fotografía única que por sí sola sea capaz de contarlo todo.
Le hable de mi idea a Laura y lejos de pensarlo se entregó al momento y nos dispusimos a trabajar y a disfrutar de ese momento de pareja tan especial que son las Fotografías de Postboda. Ella, la naturaleza de fondo y su velo como único vestido. Una Fotografía diferente, llena de belleza y naturalidad. Pero no fue la única Fotografía especial, en realidad lo fueron todas, porque ellos estaban felices, tranquilos y disfrutando de cada momento, totalmente entregados a la cámara y a su cariño mutuo. Ante parejas así solo queda permanecer atento porque las imágenes llegan sin esfuerzo. Sus gestos son sinceros y las Fotografías naturales se suceden una tras otra.
Una verdadera maravilla ser el Fotógrafo de Bodas de Laura y Adrián, una pareja de Novios a la que, desde EMOVERE STUDIOS, deseamos lo mejor, sin duda así será, porque se lo merecen.