Iria y Alberto – Preboda
Uno de los recuerdos que me traje en la maleta fue la sonrisa de Iria al abrirnos la puerta de su casa de Barcelona. Tenía claro que mi objetivo, el de mi cámara, como fotógrafo tenía que capturar aquella luz, aquella ilusión, la misma que me fue contagiando Alberto durante nuestra paseo en coche desde el aeropuerto. Supe, al conocerlo a él y, lo tuve más claro si cabe, al verlos juntos, que eran una de esas parejas que te contagian su amor y sus ganas, su alegría y su ilusión por celebrar. Y supe que quería contarlo, que mi cámara quería devolverles en imágenes todas sus emociones. Emociones vestidas de naturalidad, llenas de vida!
Me contaron cómo se conocieron, aquella primera cita en una pequeña cafetería de San Cugat del Vallés. Estábamos cerca y me llevaron, sus pasos y sus recuerdos me llevaron de la mano a uno de sus momentos, esos momentos que se van guardando, y yo también los guardaba, más inspiración, más ganas de contar. El mismo pastel de merengue y el tiempo caminando sin prisas. Porque cuando una pareja encaja todo encaja con ellos. Y yo, con la sensación de no ser extraño sino cercano, amigo, ataba mis ansias de Boda, su Boda.
FOTÓGRAFO BODAS BARCELONA POR UN DÍA
Por fin el gran día. Una preciosa ceremonia civil en un marco idílico, el Pazo de Vilaboa, en Coruña. Y entre piedras y viejas historias los novios se preparaban, los nervios crecían y las risas florecían desde cualquier rincón. Duendes vestidas de Damas de Honor llegaron para buscarle las cosquillas a la Novia que se dejó querer, se dejó llevar. Cuando al amor se le une la diversión los momentos que se obtienen son irrepetibles.
Faltaba tan solo un ingrediente como fotógrafo, Santander. La tierra natal de Alberto, Miengo, reclamaba su lugar en la historia de la pareja. Y allí nos fuimos, a dejarnos cautivar por la belleza del Parque Natural de las Dunas de Liencres. Dejé que la cámara jugara con ellos, permití que el poderoso entorno nos envolviera, imposible un marco mejor para sus fotos. Un broche de oro para una pareja increíble.
Y solo puedo daros las gracias, pareja, por haber podido formar parte de vuestro día, de vuestra Boda, por haberos conocido, así, como sois, y así os deseo el futuro, alegre y feliz.